Palabras PRONUNCIADAS
por
LÍVINGSTON sobre
su MUERTE motivadas por una pregunta de Thomas Livingston Benjamin sobre la
muerte de su GRAN PADRE, su abuelo:
Si, Señor! Vienes y, aunque te parezca mentira,
estoy esperándote.
¡Sí, Señor! Vienes y, aunque esté cansado,
sé que me espabilarás con tu ansiado Nacimiento
LA MUERTE está en
todas partes.
Por una favor insigne de Dios, si
cualquiera puede arrancarle al hombre la vida, ninguno puede arrebatarle de las
garras de la muerte. Semejantemente lo escribió en latín Séneca, el más sabio
de los clásicos, en su Libro de Oro.
Influído por la cultura árabe, lo pongo así, Tom:
La muerte es
un camello
negro que se arrodilla ante la puerta de todas las casas.
Quienes nos
hallamos en el desierto de la vida requerimos de algún dromedario para cruzarlo
con parsimonia y llegar ansiosamente al Oasis, sedientos de las fuentes,.. Nos
quedamos en este erial para lograr que perdure en nuestra memoria la vida de
quienes nos rodearon con amor. Si tú me amas viviré perennemente en la
Biblioteca que llevará mi nombre en el
corazón de tu escuela.
No es morir
vivir en los libros que deja fuente de sabiduría para los sedientos del
conocimiento del pasado de su propia tierra. Atrás estarás tú y quienes se
afanen en propagar mi obra. Adelante estará el cielo azul sobre un mañana
inmenso con el intenso sol de Xochitepec, refulgiendo sobre ese Palacio del
Libro. Te dará alegría que lleve mi nombre para siempre.
Lo que aconteció solamente una vez, un veintisiete de febrero de 1998, no
puede ser motivo de pena. ¿Qué razón hubo para temer tanto tiempo lo que tan
poco duró? Para él, don Jorge, quien cumplió con sus deberes morales,
culturales y patrióticos, la muerte fue tan natural y ¡¡Bienvenida como
el sueño!!
El mismo día en tú y tu equipo
se cubrieron de gloria al ganar a un
equipo que todos daban por descontado que les vencería, Tú querido Tom,
quisiste saber cuándo murió tu abuelo y cómo fue. La verdad es que él está en plena
paz, descansa y sueña. Ya te lo dije,
falleció tres años antes de que tú
nacieras. Pero, es perenne. Eso
es todo lo que sabemos de la muerte. Que
nos morimos para siempre y que es un sueño eterno. Y así será hasta que venga Jesús a despertarnos a todos. Si, viene el Señor! Viene y, aunque te parezca
mentira,
está
esperándote. ¡Sí, el Señor! Viene y, aunque esté cansado,sé que te espabilará
con su ansiado Nacimiento y vendrá
también cuando venga a despertarnos a todos…
Pero es todo lo que a Dios podemos pedirle.
También debes saber que morir no es acabarse: es renacer a otra vida para
purificarte y donar al Universo tu excelsa esencia. Por eso Denegre se
fue en el camello negro, pues no hizo más que adelantarse en el camino
para el nacimiento de su eternidad. En
muchos sentidos tú fuiste su inmortalidad: tan
parecido físicamente a él; y nacido casi
en el mismo día en que lo enterramos. Sí, vino el camello negro y se lo llevó a un jardín--....
La muerte no ha sido más que una puerta vieja que se ha abierto a un
precioso jardín con una fuente colonial donde manan los pensamientos de los
patriotas peninsulares que don Jorge recolectó, sembró con amor y estudió en su
enorme y rica biblioteca, que siempre atendió con sus propias manos y que
pronto estará en el centro de su amado terruño,
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