jueves, 21 de noviembre de 2013

EN BUSCA DE LA FELICIDAD

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Ayer encontré un viejo artículo en mi biblioteca de Tajín. The pursuit of happiness. La búsqueda incesante de la felicidad es un anhelo universal. Y
esta mañana he encontrado en mi buzón los consejos de mi guía espiritual que me pregunta por qué no soy feliz:


Mi primera respuesta es otra pregunta:
¿Qué crees tú que necesitas para ser feliz?,
¿Qué cosas quisieras tener para experimentar felicidad?,
o ¿Qué personas necesitas tener a tu lado para sentirte feliz?,
o ¿Qué circunstancias necesitas que cambien para que seas feliz?

Hay personas que nunca se sienten realizadas,
muchas cosas le fastidian y le molestan, ellos van
por este hermoso mundo corriendo desesperados
como un niño que afanado persigue el arco iris.

A pesar del serio esfuerzo del niño y su intento
de acercarse, el arco iris parece burlonamente
alejarse, para esas personas, la felicidad siempre
se haya más allá de donde ellos se encuentran.

Un joven me decía: Me casaré cuando encuentre
la persona que traiga satisfacción a mi vida.

Con esa filosofía de vida algunos piensan:
cuando encuentre a mi cónyuge, entonces seré feliz.

Otros que ya lo han encontrado y ya se han decepcionado,
piensan: "cuando me separe, entonces seré feliz".

Algunos piensan: cuando tenga hijos seré feliz y otros,
cuando se marchen, entonces comenzará mi felicidad.

La vida no funciona así.
Podrás tener riquezas y ser infeliz,
estar rodeado de las personas más amorosas y vivir
las circunstancias ideales, pero eso no quitará de ti
todos tus males.

Es que la felicidad no se descubre al encontrar
a la persona apropiada, sino en ser la persona adecuada.

La felicidad no está en encontrar a quien te haga feliz,
sino en aprender a traer felicidad a los que te rodean.

La felicidad la encuentra la persona que aprende
a vivir sabiamente. Establece relaciones saludables,
pone límites, acepta lo bueno y rechaza lo cuestionable.

Es feliz quien se acerca a las personas sin sospecha
pero con prudencia y se aleja de quienes le hacen daño,
sin maltratar pero con sutileza e inteligencia.

La felicidad la encuentra quien aprende a usar las cosas
no a las personas, quien no abusa ni permite el abuso.

No es feliz quien nunca recibe heridas sino quien sabe
cómo evitarlas y, cuándo es imposible, sabe cómo curarlas.

No es feliz quien nunca tiene problemas o todo lo tiene
resuelto, sino quien cuando estos llegan los enfrenta
sabiamente y cuando no puede, busca ayuda inmediatamente.

Por nuestro propio bien, dejemos de buscar la felicidad
en las cosas, personas o circunstancias que nos rodean
y comencemos a cambiar desde nuestro interior,
las actitudes que nos están afectando.

¿Qué te parece?














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