Ayer encontré un viejo artículo en mi biblioteca de Tajín. The pursuit of
happiness. La búsqueda incesante de la felicidad es un anhelo universal. Y
esta mañana he encontrado en mi buzón los consejos de mi guía espiritual que me pregunta por qué no soy feliz:
Mi primera respuesta es otra pregunta:
¿Qué crees tú que necesitas para ser feliz?,
¿Qué cosas quisieras tener para experimentar felicidad?,
o ¿Qué personas necesitas tener a tu lado para sentirte feliz?,
o ¿Qué circunstancias necesitas que cambien para que seas feliz?

Hay personas que nunca se sienten realizadas,
muchas cosas le fastidian y le molestan, ellos van
por este hermoso mundo corriendo desesperados
como un niño que afanado persigue el arco iris.
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A pesar del serio esfuerzo del niño y su intento
de acercarse, el arco iris parece burlonamente
alejarse, para esas personas, la felicidad siempre
se haya más allá de donde ellos se encuentran.

Un joven me decía: Me casaré cuando encuentre
la persona que traiga satisfacción a mi vida.
Con esa filosofía de vida algunos piensan:
cuando encuentre a mi cónyuge, entonces seré feliz.

Otros que ya lo han encontrado y ya se han decepcionado,
piensan: "cuando me separe, entonces seré feliz".
Algunos piensan: cuando tenga hijos seré feliz y otros,
cuando se marchen, entonces comenzará mi felicidad.

La vida no funciona así.
Podrás tener riquezas y ser infeliz,
estar rodeado de las personas más amorosas y vivir
las circunstancias ideales, pero eso no quitará de ti
todos tus males.
Es que la felicidad no se descubre al encontrar
a la persona apropiada, sino en ser la persona adecuada.

La felicidad no está en encontrar a quien te haga feliz,
sino en aprender a traer felicidad a los que te rodean.
La felicidad la encuentra la persona que aprende
a vivir sabiamente. Establece relaciones saludables,
pone límites, acepta lo bueno y rechaza lo cuestionable.

Es feliz quien se acerca a las personas sin sospecha
pero con prudencia y se aleja de quienes le hacen daño,
sin maltratar pero con sutileza e inteligencia.
La felicidad la encuentra quien aprende a usar las cosas
y
no a las personas, quien no abusa ni permite el abuso.
esta mañana he encontrado en mi buzón los consejos de mi guía espiritual que me pregunta por qué no soy feliz:

Mi primera respuesta es otra pregunta:
¿Qué crees tú que necesitas para ser feliz?,
¿Qué cosas quisieras tener para experimentar felicidad?,
o ¿Qué personas necesitas tener a tu lado para sentirte feliz?,
o ¿Qué circunstancias necesitas que cambien para que seas feliz?

Hay personas que nunca se sienten realizadas,
muchas cosas le fastidian y le molestan, ellos van
por este hermoso mundo corriendo desesperados
como un niño que afanado persigue el arco iris.
.jpg)
A pesar del serio esfuerzo del niño y su intento
de acercarse, el arco iris parece burlonamente
alejarse, para esas personas, la felicidad siempre
se haya más allá de donde ellos se encuentran.

Un joven me decía: Me casaré cuando encuentre
la persona que traiga satisfacción a mi vida.
Con esa filosofía de vida algunos piensan:
cuando encuentre a mi cónyuge, entonces seré feliz.

Otros que ya lo han encontrado y ya se han decepcionado,
piensan: "cuando me separe, entonces seré feliz".
Algunos piensan: cuando tenga hijos seré feliz y otros,
cuando se marchen, entonces comenzará mi felicidad.

La vida no funciona así.
Podrás tener riquezas y ser infeliz,
estar rodeado de las personas más amorosas y vivir
las circunstancias ideales, pero eso no quitará de ti
todos tus males.
Es que la felicidad no se descubre al encontrar
a la persona apropiada, sino en ser la persona adecuada.

La felicidad no está en encontrar a quien te haga feliz,
sino en aprender a traer felicidad a los que te rodean.
La felicidad la encuentra la persona que aprende
a vivir sabiamente. Establece relaciones saludables,
pone límites, acepta lo bueno y rechaza lo cuestionable.

Es feliz quien se acerca a las personas sin sospecha
pero con prudencia y se aleja de quienes le hacen daño,
sin maltratar pero con sutileza e inteligencia.
La felicidad la encuentra quien aprende a usar las cosas
y

No es feliz quien nunca recibe heridas sino quien sabe
cómo evitarlas y, cuándo es imposible, sabe cómo curarlas.

No es feliz quien nunca tiene problemas o todo lo tiene
resuelto, sino quien cuando estos llegan los enfrenta
sabiamente y cuando no puede, busca ayuda inmediatamente.

Por nuestro propio bien, dejemos de buscar la felicidad
en las cosas, personas o circunstancias que nos rodean
y comencemos a cambiar desde nuestro interior,
las actitudes que nos están afectando.
¿Qué te parece?
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