domingo, 24 de noviembre de 2013

DÉJAME, SEÑOR, DESPEDIR A LOS INGRATOS





Señor, que no me desilusione
Déjame decir adios a los INGRATOS:

No dejes Señor, que me desilusione...
Debo confiar sólo en Ti, Señor, 
y sin desilusiones.
No dejes Señor, que me desilusione,
cuando no me den lo que yo espero.
Que sepa y comprenda plenamente
que sólo Tú te das entero.

No dejes Señor, que me desilusione,
cuando alguien me falla día tras día.
Que yo sepa tomar cuanto me das en
unos y que yo inútilmente espero en otros.

No dejes Señor, que me desilusione,
cuando no me puedan dar amor así a raudales.
Yo sé bien, Señor, que somos los mortales
engreídos, ciegos y muy egoístas...

No dejes Señor, que me desilusione
en cada tormenta de la vida.
No es la vida eterna primavera y yo debo
saber vivir también en la tormenta.

No dejes Señor, que me desilusione
nunca de los hermanos que tambaleándose
van por el camino y en su tropezar
me hieren, que si yo necesito muletas...
¡también ellos...!
Y que sepa con AMOR hacer fácil su destino.

No dejes Señor, que me desilusione,
cuando me pidan y tenga que dar
en todo instante; que no olvide jamás
que DAR es lo más grande que Tú
has dado como signo al que te sigue...

Que no me desilusione Señor,
que nunca juzgue al agresivo
y por qué me hiere,

Qué nunca juzgue Señor, desde mi nada,
al que cae y tropieza sin medida.
Llena de Amor mi alma Señor,
yo te lo pido.

Que no me desilusione nunca del amigo
que me da lo que puede... y yo
quiero un amor más gra
nde... 

estoy seguro, lo tendré Señor...
¡Cuando esté Contigo!
Espérame y déjame decir adiòs a los ingratos!

Amén.





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